Andrea Rodríguez CAPÍTULO 1

¡Hola chicos! Os mentiría diciendo que he estado trabajando todo el verano en nuevas historias pero vengo con renovados ánimos y muchas ganas de escribir.
Hoy os pongo aquí el primer capítulo de otra historia que esta en proceso; me encantaría que me dierais vuestra opinión así que.... ¡Aquí tenéis!
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NUEVA. Parecía que lo llevaba escrito en la frente, allá donde iba miradas curiosas ojeaban mi aspecto; yo, por mi parte, no paraba de repetirme que tampoco iba tan mal vestida: unos pantalones cortos de color blanco hacían resaltar mis piernas y una camiseta azul con el hombro al aire para hacer conjunto con mis ojos; al igual que la camiseta, eran azules y les faltaba encanto. Mi cabello estaba cuidadosamente recogido en una trenza, castaño, y con un buen champú, conseguía que brillara.

En los pies, como siempre, mis all star azul vaquero.

• Señorita Rodriguez, debería acudir al despacho del director un momento -me dijo una amable profesora. Dios mío, al menos no lo decía porque hubiera echo nada malo, y eso que había echo cosas muy muy malas...

• Si, profesora, el único problema, es que, como ve, soy nueva aquí y el paseito hasta el director no lo tengo muy claro..

• Señorita! Esto no es circo, por Dios, acompáñeme.- así hice y al llegar a la puerta se despidió así- Nos vemos en mi clase.

• Aquí tiene su horario, no llegue tarde a las clases y....- dudaba, pero lo dijo- la próxima que lleve unos pantalones tan cortos pásese por aquí.

• Adiós.

• ¡Ey! Mira por donde vas- me dijo mientras subía la mirada; pero yo me quedé ‘pensando un momento, esa voz me resultaba tan conocida...

• ¿Raquel Ambriosini? 

• Sí, soy yo. ¿Algún problema?

• Raqui, soy yo, ¡Andrea! ¡Andrea Rodriguez!- me miró un momento y se tiró encima mío, dios, cuanto tiempo hacia que no la veía- Te echaba de menos, tía.

• Y yo, guarrilla, y yo!!!!!!!!!! Es que te adoro- dijo quitándome el horario de las manos- mmmm... Te acompaño a clase, creo que estamos con Tyler Mckencie, bueno, pero a ese ni lo mires que es mío, ohh, pero que digo ¿cómo has llegado hasta aquí?

• ¿Qué tal son los profes por aquí? Al menos al director espero no tener que visitarle a menudo!

• Señorita Rodriguez, su compañero será  Samuel Ribas, tercera fila a la derecha, siéntense  y aprovechen el poco tiempo que les queda para hablar.- Sonreí traviesa, si pensaba que me iba a callar estaba equivocada, Raqui me miró con cara de pánico y le sonreí.¿ Qué pasaba? Llegué a mi asiento y me presenté.

• Hola, me llamo Andrea, tú debes de ser Samuel, ¿Te importaría si te llamo Samu?

• No si a ti te importa que te llame niñita, y cállate de una vez.- Tonto, machista, inútil, así me gusta, defiende tus estúpidas opiniones.

• Pareces majo, ¿Qué asignatura es tu fuerte?

• Gimnasia y ligue. ¿Cuál es tu tema favorito en la clases?¿Manicura o celebrito?- me sonrojé y miré al frente, la verdad es que no fui a muchas clases el año pasado, al darse cuenta de mi reacción, la malinterpretó- mmm, me decantaré entonces por la manicura.

• Mira niñato, no sabes nada de mi así que cierra la boca- en sus ojos ví la sorpresa pero respondió con tono burlón.

• ¿La niñita tiene genio? Mejor, así es más divertido- Menos mal que la profesora empezó a hablar que sino el niñito machista se quedaba sin cara.

• ¡Adiós Samu!- Todo el mundo me miró con la boca abierta y en el rostro de él se dibujo una media sonrisa al darse la vuelta

• ¡Adiós niñita!

- ¡No vuelvas a hablar con él!¡No sé ni cómo te has atrevido!! Dios mío, pensaba que te iba a hacer algo, ¿sabes? Su reputación es muy mala, Andy, - anda, va a ser que Samu se parece a mi más de lo que aparenta- Bueno, me callo y te dejo de molestar, al final Tyler se ha tenido que sentar con esa pijotera.

• ¿Quién es la pija?- pregunté

• Eva Moreno, ¿No la has visto? Lleva una falda corta, en fin, un cinturón, es rubia, con los ojos verdes, alta y muy guapa, ¡Qué sucia arpía!

• jejejjeje, anda, vamos a gimnasia.

• Vamos chicas! Todas fuera y 4 vueltas al campo, los chicos ya están corriendo.

• Yo no intento ser malo, sólo intento que un chica como tú, una bb, no haga el tonto conmigo.- me quedé estupefacta, ¿Yo una bb? Muy bueno, chico.

• Ahhhh- puse una cara como de “claro” tan poco convincente que se me quedó mirando con una sonrisa torcida en su rostro. Y justo cuando parecía que él iba a responder, la profesora saltó:

• Por parejas, ¡Ya! El primero con el segundo, el tercero con el cuarto y así.

• Al menos Andy, o sea, Andrea si que puede con Samuel - Bajé la vista rapidamente y maldije en voz baja, ¿Por qué a mi?¿Siempre me tendría que perseguir mi pasado?¿Y por qué Patricia no me había dicho que tenía edad para ser una profesora?

-Andrea, quedate un momento, tú también Samuel.- nos acercamos andando- ¡Andy! Tía, no sabía que te habías venido. Es decir, me enteré de lo que pasó en el anterior y eso...¿De verdad...?

• ¿qué quiere profesora? Está utilizando nuestra hora de la comida innecesariamente- salté yo antes de que Patricia dijera alguna tontería.

• oh, ya veo, bueno, lo único que quería decirles es que el viernes harán una clase un poco distinta a la de los demás, adiós.

• ¿No sabías que fumar es malo para la salud?- NONONO, otra vez Samuel no.

• Lárgate, ¿Quieres?- dije en tono borde.

• No seas tan borde, niñita.

• Joder, ¿quieres dejarlo ya? Me va a estallar la cabeza.- Se sentó a mi lado y habló tranquilamente.

• Andy, venga, dime que te pasa, llegas aquí como si fueras una chica buena, pero cada vez que te veo descubro que no eres ni de lejos la persona que aparentas, no me gustan así.

• Nadie te ha pedido la opinión, Samuel, ¡Es mi vida, dios santo!

• Touché, ¿Me das una calada?- Le miré sin comprender y él señaló con la barbilla mi cigarrillo, se lo tendí.

• Gracias- Dijo, más tarde lo apagó, se levantó y me tendió la mano.- Venga, las clases van a empezar en 15 minutos y Raquel se preguntara donde estás.

• Gracias- Dije aceptando su mano y siguiendole hasta los casilleros.- Adiós
• No, espera, ¿Puedo hacerte una pregunta?- dijo tirando de mi hacia él, me susurró de una forma muy insinuada- ¿Qué pinta una chica como tú con una chica como Raquel?

Ni falta hace decir que me olvidé de llamar a la puerta y obviamente, cuando entre, no me encontré precisamente con una agradable sorpresa, el director estaba morreandose  con la típica chica rubia con unos ojazos azules.

-Perdón, es decir, volveré luego- me miró y me pasó la mirada de arriba abajo, guarro, finalmente, con una sonrisita perversa dijo:

Salí por patas y me choqué de bruces con una chica que iba corriendo.

Me reí de buena gana y cambié de tema como pude:

Entre esto y otras cosas se pasó el tiempo, sonó el timbre y yo entré acompañada por Raqui a la clase; la profesora, que ya estaba, como cada año, poniendo a los alumnos de forma que ni quieran, ni puedan hablar entre ellos.

A medida que la clase iba transcurriendo, me daba cuenta de que Samu no paraba de mirarme, me repasaba de arriba abajo, miraba a la profe una vez y vuelta a empezar. Cuando sonó el timbre y él ya estaba casi en la puerta, le grité:

Cuando salí con Raqui por la puerta me empezó a gritar:

Eso sí que atrajo mi atención, las odiaba, en mi antiguo instituto me hacían la vida imposible hasta que bueno, en fin, les di su merecido.

Mi querida gimnasia, la única clase a la que realmente asistí en el insti. La mejor de la clase en casi todos los ámbitos, sobre todo, y superando hasta a la mayoría de los chicos,  corriendo.

Me solté la trenza a regañadientes y observé un segundo mi imagen en el cristal pero enseguida aparté la vista y até mi cabello con una coleta.

Salí la primera y me puse a  correr, rápido, sin pensar, y así, corriendo, alcancé al primer corredor, para mi desgracia, era Samuel.

-¿Qué hay niñita? ¿No sabes que el sprint se hace al final de la carrera? Te vas a quedar sin fuerza en seguida.

No le hice caso y le adelanté haciendo un pequeño esfuerzo; ya llevabamos 3 vueltas cuando se puso a mi lado y me susurró:

Cuando nos vió a mi y a Samuel juntos me revisó a pies juntillas y dijo:

Samu buscaba curioso mi mirada pero yo la rechazaba siempre, así durante toda la clase, los ejercicios, díficiles para muchos de nuestros compañeros nos eran indiferentes a mi y a Samu, cuando ya nos ibamos escuché la voz de Patricia:

Me alejé sin despedirme y me senté alterada en un banco del vestuario a cambiarme y hacerme la trenza; cuando esta tarea estuvo concluida, salí y me encontré con Raqui. 

Me empezó a contar algo y cuando ya no podía más, le dije que tenía que ir al baño y me apollé en la esquina de la salida del colegio, saqué un un cigarrillo y me senté en el suelo a pensar:

Me reí muy alto y toda la gente que andaba en esos momentos por el pasillo me miró, Samuel me dió un rápido beso en la mejilla y desapareció rápidamente.

Ese fue el primer día más raro de toda mi vida.